Como marca española, avanzamos hacia una moda sostenible, impulsados por la forma de producción y materiales. Durante las últimas décadas, se está fomentado una cultura de usar y tirar que tiene un impacto profundo en el planeta a nivel medioambiental, social y económico.
Apostar por equipaciones deportivas personalizadas de calidad, sostenibles, fabricadas en España, por diseños atemporales y duraderos, que se pueden usar a lo largo de los años. Algo que tiene valor a nivel medioambiental y social, pero también personal. Comprar bien nos permite comprar con orgullo.
Comprando de forma consciente, siempre conectamos con la historia detrás de los productos, diseños, personalizaciones, detalles de fabricación”. Además, nos permite financiar con nuestro dinero proyectos que nos enorgullecen y son duraderos en el tiempo, sin necesidad de estar obligadas adquirir todas las temporadas nuevas prendas que no valen ni una temporada. Esto nos permite comprar de forma más feliz.
La sostenibilidad cuenta la forma de producir. Por ello apostamos por producciones pequeñas, elaboradas de forma ética, sostenible y local para no incrementar el ‘stock’ y crear prendas y colecciones en su justa medida. La exclusividad es un bien apreciado por nuestras clientas. Creando una imagen consolidada de sus escuelas y clubs. Aumentando así el prestigio, seriedad, implicación, fuerza, autoestima y reforzando el espíritu de unión.
Uniros a el movimiento ‘slow fashion’. Este movimiento os invita a frenar este ritmo de consumo desproporcionado de la moda de usar y tirar. No es necesario tener nuevas equipaciones deportivas todas las temporadas de distintos proveedores y finalmente muchos miembros acaban por llevar ropa distinta y/o desfasada de la escuela o club. No consumir tanto, es preferible para consumir mejor. Pudiendo aprovechar todas las prendas las familias, intercambiándolas con compañeras o la misma escuela o club sin tener que incitar nuevamente a la compra masiva de tantas prendas a la vez que terminarán en la basura en menos de un año.
La moda sostenible fomenta una actitud más responsable y ética frente al consumo.
Si queremos cumplir con la Agenda 2030, vístete despacio porque hay prisa. La producción textil es la responsable del 20% de la contaminación mundial de agua potable. Cada persona europea consume un 40% más de ropa en comparación con 1996. Al año, compramos 26 kg y desechamos 11 kg de productos textiles.
La industria de la moda es responsable del 2% al 8% de las emisiones mundiales de carbono y los textiles ya representan el 9% de los micro plásticos liberados a los océanos anualmente.
Con el objetivo de frenar estas prácticas, nació la Alianza de la ONU para una Moda Sostenible. Una organización que busca unirnos a los diferentes actores para que la moda sea un motor a favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El objetivo es reducir al mínimo los efectos sobre el cambio climático que están asociados al ciclo de vida del producto. Materiales reciclados, tejidos sostenibles, predicción de la demanda, aumento de la longevidad y calidad o un patronaje con mayor aprovechamiento son nuevas tendencias que se van implantando.
Para las consumidoras que no quieren productos animales disponemos de alternativas. En los últimos años, han surgido textiles 100% como la fibra sintética o también el origen vegetal.